Proyecto

Sobre el proyecto

Ante la situación actual que estamos viviendo de pandemia de COVID19, los gobiernos del mundo han establecido diferentes medidas como plan de choque, como la declaración de estados de alarma que suponen confinar a  la población en sus domicilios durante al menos 15 días, evitar las relaciones sociales y limitar, en la medida de lo posible, la propagación del virus. Los ancianos son uno de los grupos de población más vulnerables a los efectos de este virus y el gobierno y los medios de comunicación han estado alertando a la población en general y a la población mayor de los riesgos que supone este virus, pero especialmente para estos últimos. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) , el 23/04/20, afirmó que más de 55.000 personas mayores habían muerto en residencias en Europa. En el Reino Unido, 19.394 muertes en las residencias de mayores se atribuyeron a la COVID19 (a fecha de 20/06/20) y el Ministerio de Sanidad español el 14/10/20, afirmó que 20.835 muertes de ancianos en residencias de ancianos se habían debido a la COVID19 o se habían registrado síntomas similares.

Pero en estas circunstancias, la población mayor, cada vez más consciente de la necesidad de protegerse, tiene sentimientos contradictorios que varían desde la necesidad de afecto, ayuda o acompañamiento hasta el miedo, el contagio y la muerte, que pueden afectarles psicológicamente, emocionalmente y físicamente.

Hacer que este proceso y el tiempo de espera sean menos traumáticos

Creemos que es necesario recordar que  tanto las personas mayores que se encuentran aisladas en las residencias, como en sus propios domicilios con sus familiares, amigos o profesionales que les atienden habitualmente pueden realizar pequeñas acciones que hagan menos traumatico y más llevadero este proceso y tiempo de espera en este momento complicado. El cambio de rutinas, el tener que pasar más tiempo en casa o en residencias, el no tener contacto físico con otras personas, familiares, vecinos, amigos, etc. puede influirnos psicológicamente y puede afectar a nuestro estado de ánimo. Es bueno ser consciente de ello, reconocerlo y saber que es normal y que hay pautas que nos pueden ayudar a adaptarnos mejor a esta situación. Los sentimientos y emociones que pueden aparecer en este momento son muy variados, pero conocerlos y aprender estrategias puede ayudarnos a afrontarlos con menos carga emocional, como las emociones negativas y los sentimientos de soledad. Los socios del proyecto han detectado que esta situación de pandemia está causando un gran daño directamente a la población mayor. Sabemos que afecta sobre todo a las personas mayores que viven en sus casas y con familiares, a las personas mayores que viven solas y a las personas mayores que viven en residencias. Es en este último grupo de personas mayores que viven en residencias en el que nos centramos en este proyecto, como grupo beneficiario indirecto.

Los efectos de esta situación se relacionan principalmente con la soledad, el miedo, la tristeza y la ansiedad, porque vemos cómo los ancianos se recluyen en las residencias y cómo sus compañeros en las residencias mueren solos, sin que los familiares puedan acompañarlos en los últimos momentos de su vida.

Management and emotional skills

Con este proyecto, queremos ayudar a las personas mayores que viven en las residencias a través de los trabajadores, que sería el grupo beneficiario directo, aquellos que trabajan con las personas mayores y no suelen tener formación específica en gestión y habilidades emocionales. Queremos despertar y desarrollar la capacidad del pensamiento divergente y la creatividad, poder utilizar la creatividad de forma efectiva en los trabajadores de las residencias donde están los ancianos, para afrontar posibles situaciones de miedo, tristeza, ansiedad y soledad.

La creatividad es “algo” que todos tenemos en diferente medida, no es una aptitud fija, se puede desarrollar a diferentes niveles. La creatividad puede encontrarse en todas las tareas de la humanidad.

Es identificable cuando las personas intentan hacer las cosas de forma diferente, cuando aceptan retos para resolver problemas que afectan directamente a sus vidas (López Martínez, 2001).

La creatividad es necesaria en todas las actividades, ya que permite el desarrollo de aspectos cognitivos y afectivos importantes para el desempeño de las tareas diarias en las residencias de mayores. La incorporación de la creatividad a las residencias de ancianos representa la posibilidad de contar con ella como agente de cambio capaz de afrontar los retos de forma diferente y atrevida.

Para Sternberg (1997), la creatividad es el futuro. Las ideas puestas en práctica son el futuro. El progreso es una sucesión de ideas puestas en práctica y apiladas unas sobre otras. Es un valor en alza, el resorte que impulsa el avance tecnológico, cultural, financiero, intelectual y personal.

Por ello, creemos que fomentando el desarrollo y la puesta en práctica de la creatividad en los trabajadores de las residencias de ancianos que les apoyan y cuidan, podemos contribuir a mejorar la gestión emocional y el apoyo a las personas mayores respecto al miedo, la tristeza, la ansiedad y la soledad que está produciendo esta pandemia.

El proyecto tiene un sólido vínculo con las políticas europeas de empleo y educación. La estrategia ¨Europa 2020¨ para el crecimiento y el empleo establece el objetivo de alcanzar una tasa de empleo del 75% para la población en edad de trabajar (20-64 años). La estrategia de la Comisión Europea reconoce que el crecimiento y el empleo en Europa dependen fundamentalmente de que su población cuente con las competencias adecuadas. El proyecto Creating Wellbeing creará materiales que estimulen la creatividad y las oportunidades de las personas poco cualificadas en las residencias de ancianos. Estos materiales serán nuevos y complementarios a otros productos desarrollados por los socios.

El proyecto consiste en el desarrollo de metodologías y procesos para dar respuestas específicas y apoyo a los problemas de soledad, miedo, tristeza y ansiedad que experimentan las personas mayores que viven en residencias , a través de la creatividad de las personas que trabajan con ellas y las apoyan. Crearemos y desarrollaremos fórmulas creativas para dar respuestas a las diferentes situaciones de los trabajadores con las personas mayores.

No se trata de fórmulas cerradas, sino que aportamos metodologías abiertas para que cada persona, a través del aprendizaje y la investigación guiada, pueda llegar a soluciones específicas para su contexto y responder de forma creativa a la situación emocional particular que viven las personas mayores a su cargo.

Los profesionales necesitan adquirir ciertas habilidades y competencias específicas para poder atender a las personas mayores de forma más adecuada.

Las principales innovaciones del proyecto se centran en dos aspectos:

Creemos que el proyecto es innovador porque responde a las  demandas claras y actuales sobre la salud y el bienestar de las personas mayores en las residencias producidas por la situación de COVID19 y derivadas de los nuevos retos a los que se enfrentan estos trabajadores al tener que adaptar sus prácticas laborales a los nuevos entornos de trabajo en las residencias de personas mayores.

La nueva tendencia en el cuidado de las personas mayores que se está extendiendo por todo el mundo como consecuencia de la situación de pandemia exige una transición en la formación de los trabajadores de las residencias de ancianos. Disponer únicamente de habilidades profesionales para atender a los ancianos en las residencias puede no ser suficiente para hacer un buen trabajo. Además de las habilidades laborales, también se requieren habilidades de gestión emocional para dar una respuesta más humana a las necesidades de los ancianos atendidos. Este proyecto determinará cuáles son los procesos creativos para que los profesionales adquieran nuevas habilidades y competencias profesionales para desarrollar un trabajo mucho más eficaz en su entorno laboral.